Hoy........Historia de la Danza
El escritor latino Luciano escribe : «No se debe creer que la danza sea una invención de nuestros tiempos, ni tampoco que nuestros abuelos la hayan visto nacer. Aquellos que han hablado de este arte con verdad, afirman que nació junto con las cosas, que es tan antigua como el amor, más antigua que los dioses de la danza es, en efecto, uno de los fenómenos más universales e instintivos que caracterizan al hombre, nacida acaso antes que la palabra y tal vez antes que la música, como natural medio de expresión mediante el gesto y como estilización del gesto expresivo mediante el ritmo.
Seres vivientes de razas diversas y habitantes en países muy lejanos unos de otros, han pasado a través de los mismos estadios de evolución en la tentativa de alcanzar, Con determinados movimientos del mismo tipo, aquella forma de expresión llamada danza, a propósito de la cual no se puede hablar de organización y después de arte, sino cuando loS movimientos, dictados por el instinto natural, bajo la presión de determinadas emociones, tomaron forma ritual y transmisible, de modo que pudiesen ser repetidos Con el mismo sentido Por largo tiempo, casi palabras del lenguaje hablado.
Las formas de la danza de loS antiquísimo pueblos, fueron, en cierto modo, similares a la! de las actuales tribus salvajes de África y de Australia y de todos los otros primitivos, los cuales nos proporcionan una información demostrativa sobre lo que debieron ser los significados y la finalidad. Tenemos pruebas seguras en las cuevas rupestres de Alpera. En Almansa. provincia de Albacete (España) en las que existen frescos que representan acciones de caza y de guerra; en el fresco polícromo de la cueva rupestre de Cogull en Borja Blancas. provincia de Lérida (España) que representa a nueve mujeres danzando en torno a la imagen de una divinidad; en los dibujo de la Caverne des Trois freres en los Pirineo y en numerosas incisiones sobre piedra. hueso y marfil encontradas en Lourdes y en Dordogna; pertenecen al último pleistoceno (época cuaternaria) y de ellos podemos deducir que entonces como abora danza. música y poesía estaban unidas.
Acerca de los orígenes existen las más di. versas teorías. Sobre la que atribuye a la danza orígenes de carácter social. o utilitario. o donístico (I). prevalece la teoría que le atribuye un significado mágico. transformado después en místico y religioso y en cualquier ca. so. ritual. Por analogía con los primitivos se puede por consiguiente suponer que entre los pueblos de la prehistoria. como también entre los de las antiguas civilizaciones. se danzase para implorar la lluvia. para celebrar los meses. para asegurar la fecundidad de la tierra, para conjurar las enfermedades u obtener la curación, para iniciar a los adolescentes para honrar los matrimonios, para proteger a los muertos
y a los vivos de los espíritus malignos, para prepararse para la batalla o glorificar la victoria, para propiciarse la caza o el curso de los astros y para muchas otras cosas.
Todas estas danzas, agrícolas, nupciales, guerreras, venatorias, funerales y astrales, tienen un contenido mágico y supersticioso y en cuanto a la forma se pueden dividir en imitativas y no imitativas. En el primer caso el danzador obra por analogía o tratando de imitar un modelo; completamente prisionero de su disfraz,
Danza de indios borosos ante uno de sus bohíos. casas de paja o cañas en plena selva.
obra como un poseído, casi impelido por una fuerza extraña a su propia voluntad, como si en él hubiese penetrado realmente el animal, el espíritu o el dios que él quiere representar o propiciarse.
Entre las danzas mágicas propiciatorias, las más comunes fueron y son todavía entre los salvajes, las de caza, durante las cuales los danzadores o el danzador, se cubren con las pieles de la caza típica de las
regiones que ellos habitan y miman los movimientos del animal cazado, las peripecias de la persecución, de la captura y de la suerte final. Así lo hacen todavía los negros de Africa, los esquimales, los indígenas australianos, los de América del Sur y los pieles rojas y así lo hacían los antiguos germanos.
Seres vivientes de razas diversas y habitantes en países muy lejanos unos de otros, han pasado a través de los mismos estadios de evolución en la tentativa de alcanzar, Con determinados movimientos del mismo tipo, aquella forma de expresión llamada danza, a propósito de la cual no se puede hablar de organización y después de arte, sino cuando loS movimientos, dictados por el instinto natural, bajo la presión de determinadas emociones, tomaron forma ritual y transmisible, de modo que pudiesen ser repetidos Con el mismo sentido Por largo tiempo, casi palabras del lenguaje hablado.
Las formas de la danza de loS antiquísimo pueblos, fueron, en cierto modo, similares a la! de las actuales tribus salvajes de África y de Australia y de todos los otros primitivos, los cuales nos proporcionan una información demostrativa sobre lo que debieron ser los significados y la finalidad. Tenemos pruebas seguras en las cuevas rupestres de Alpera. En Almansa. provincia de Albacete (España) en las que existen frescos que representan acciones de caza y de guerra; en el fresco polícromo de la cueva rupestre de Cogull en Borja Blancas. provincia de Lérida (España) que representa a nueve mujeres danzando en torno a la imagen de una divinidad; en los dibujo de la Caverne des Trois freres en los Pirineo y en numerosas incisiones sobre piedra. hueso y marfil encontradas en Lourdes y en Dordogna; pertenecen al último pleistoceno (época cuaternaria) y de ellos podemos deducir que entonces como abora danza. música y poesía estaban unidas.
Acerca de los orígenes existen las más di. versas teorías. Sobre la que atribuye a la danza orígenes de carácter social. o utilitario. o donístico (I). prevalece la teoría que le atribuye un significado mágico. transformado después en místico y religioso y en cualquier ca. so. ritual. Por analogía con los primitivos se puede por consiguiente suponer que entre los pueblos de la prehistoria. como también entre los de las antiguas civilizaciones. se danzase para implorar la lluvia. para celebrar los meses. para asegurar la fecundidad de la tierra, para conjurar las enfermedades u obtener la curación, para iniciar a los adolescentes para honrar los matrimonios, para proteger a los muertos
y a los vivos de los espíritus malignos, para prepararse para la batalla o glorificar la victoria, para propiciarse la caza o el curso de los astros y para muchas otras cosas.
Todas estas danzas, agrícolas, nupciales, guerreras, venatorias, funerales y astrales, tienen un contenido mágico y supersticioso y en cuanto a la forma se pueden dividir en imitativas y no imitativas. En el primer caso el danzador obra por analogía o tratando de imitar un modelo; completamente prisionero de su disfraz,
Danza de indios borosos ante uno de sus bohíos. casas de paja o cañas en plena selva.
obra como un poseído, casi impelido por una fuerza extraña a su propia voluntad, como si en él hubiese penetrado realmente el animal, el espíritu o el dios que él quiere representar o propiciarse.
Entre las danzas mágicas propiciatorias, las más comunes fueron y son todavía entre los salvajes, las de caza, durante las cuales los danzadores o el danzador, se cubren con las pieles de la caza típica de las
regiones que ellos habitan y miman los movimientos del animal cazado, las peripecias de la persecución, de la captura y de la suerte final. Así lo hacen todavía los negros de Africa, los esquimales, los indígenas australianos, los de América del Sur y los pieles rojas y así lo hacían los antiguos germanos.
También las danzas de guerra se cuentan entre las más importantes e imponentes por el número de danzadores que con frecuencia toman parte y si van perdiendo lentamente su razón de ser, sobreviven no obstante como danzas rituales y coreográficas. Todavía no hace un siglo, la tribu de los indianos de Norteamérica hacía preceder sus movimientos de guerra de un largo periodo de danzas dirigidas por los hechiceros, cubiertos con plumas y más caras y pintados con los colores del clan. En Africa, tribus de masais, zulús, bantús y watutsis. y otras, practican elegantes y bien organizadas danzas guerreras, como simple ex hibición coreográfica, con ocasión de algún acontecimiento, o para recreo de los turistas, siguiendo reglas milenarias, vistiendo los atuen dos y máscaras tradicionales y realizando figu ras a las que el rito asignaba antiguamente un concreto significado simbólico, significado que si a los antiguos pueblos les era no sólo conocido, sino que era también para ellos la esencia misma de la acción, para las tribus hoy existentes se ha convertido en algo remoto e incomprensible, como lo es para muchos de nosotros el significado simbólico de los mitos griegos. Generalmente, en las danzas guerreras, los danzadores se dividen en dos grupos que avanzan uno contra otro e imitan la lucha contra un enemigo imaginario, excitándose con gritos guturales al son del tamtam o de otro instrumento de percusión. Más raramente es re presentada la lucha por dos danzadores solos y todavía más raramente por uno solo.
Un papel importantísimo desempeñó en todo tiempo el hechicero o el sacerdote que, en re presentación de su pueblo, en estado de éxta sis o de trance y convenientemente pintado y enmascarado, danza delante de los simulacros, identificándose, de vez en cuando, con los es píritus o los dioses invocados. A través de esta forma de danza, en el decurso de las eras y en todos los continentes se fue formando, poco a poco, la noción del dios que desciende sobre la tierra, encarnándose en el danzador, para crear con su propia danza el orden sagrado del Universo, ya se trate de Osiris, de Dionisio, de Shiva o de un dios azteca.
En las danzas no imitativas, por el contra rio, el objeto del rito, lluvia, victoria, caza, procreación, etc., es considerado desde un pun to de vista puramente abstracto. No se trata pues, en este caso, de imitar o de personificar, sino de alcanzar la inhibición total de la con ciencia, a través de la cual, perdido el propio ego, pueda entrar en contacto con la divinidad. Casi siempre este género de danza se confi gura en círculo, en torno a una persona o a un objeto que ocupa el centro y que reciben la
forma que emana de los danzadores o la irra dian sobre ellos. La persona puede ser el hechi cero o el sacerdote y el objeto. o el simulacro del dios a invocar o la cosa invocada. La transferencia de fuerza que se produce de la periferia al centro y del centro a la periferia, no carece de una cierta violencia; basta re cordar el delirio de las Ménades consagradas a Dionisio y el de los da,nzadores africanos. Por todo su cuerpo circula un temblor conti nuo, emiten sonidos roncos, ponen los ojos en blanco. danzando y cantando llegan a un grado extremo de agitación nerviosa y aunque gra cias a una especie de exaltación hipnótica. al canzan una enorme resistencia. caen con fre cuencia fatigados e inconscientes.
Danza Siamesa, en la que el juego de manos y brazos reviste una especial importancia.
En una fase menos primitiva, la danza con trolada por la voluntad, pierde una parte de su violencia; mientras se ejecutan pasos cortos y arrastrados. alternados con pasos martillados sobre el suelo. las contracciones convulsivas de los músculos. conscientemente limitadas. se ex tienden progresivamente ¡ las diferentes partes del cuerpo. hasta que lo recorren todo. en una especie de vasta ondulación. Cuando los movimientos llegan a ser frenéticos y parece que el danzador haya perdido el sentido de la pro pia personalidad y se haya liberado del peso del, cuerpo. es cuando ha alcanzado el estado de exaltación mística en el cual le es posible comunicar con la divinidad para pedirle que satisfaga sus propios deseos. No es fácil en contrar hoy en este género de danza. el origen mágico. sacro o místico. si no es en las tribus africanas menos civilizadas. No obstante. algo del antiguo éxtasis se revela todavía en las de formaciones que inspiraron las danzas cubanas o negroamericanas. aunque ciertamente no ten gan nada de común con el éxtasis sagrado. Lo que. por el contrario. ha subsistido. y más bien se ha perfeccionado y complicado al contacto con la música europea, es el sentido finísimo del ritmo. ya sumamente desarrollado en todos los pueblos primitivos.
El análisis de las milenarias danzas instintivas. que sobreviven en el corazón de Africa ha ayudado a tender un puente entre la historia y la prehistoria ya arrojar luz. al mismo tiempo. sobre ciertos aspectos de la moderna danza americana de Harlem importada del continente negro en la época de la esclavitud. tan sustancial por la influencia que ha ejercido sobre todas las danzas mundiales de hoy.
Un papel importantísimo desempeñó en todo tiempo el hechicero o el sacerdote que, en re presentación de su pueblo, en estado de éxta sis o de trance y convenientemente pintado y enmascarado, danza delante de los simulacros, identificándose, de vez en cuando, con los es píritus o los dioses invocados. A través de esta forma de danza, en el decurso de las eras y en todos los continentes se fue formando, poco a poco, la noción del dios que desciende sobre la tierra, encarnándose en el danzador, para crear con su propia danza el orden sagrado del Universo, ya se trate de Osiris, de Dionisio, de Shiva o de un dios azteca.
En las danzas no imitativas, por el contra rio, el objeto del rito, lluvia, victoria, caza, procreación, etc., es considerado desde un pun to de vista puramente abstracto. No se trata pues, en este caso, de imitar o de personificar, sino de alcanzar la inhibición total de la con ciencia, a través de la cual, perdido el propio ego, pueda entrar en contacto con la divinidad. Casi siempre este género de danza se confi gura en círculo, en torno a una persona o a un objeto que ocupa el centro y que reciben la
forma que emana de los danzadores o la irra dian sobre ellos. La persona puede ser el hechi cero o el sacerdote y el objeto. o el simulacro del dios a invocar o la cosa invocada. La transferencia de fuerza que se produce de la periferia al centro y del centro a la periferia, no carece de una cierta violencia; basta re cordar el delirio de las Ménades consagradas a Dionisio y el de los da,nzadores africanos. Por todo su cuerpo circula un temblor conti nuo, emiten sonidos roncos, ponen los ojos en blanco. danzando y cantando llegan a un grado extremo de agitación nerviosa y aunque gra cias a una especie de exaltación hipnótica. al canzan una enorme resistencia. caen con fre cuencia fatigados e inconscientes.
Danza Siamesa, en la que el juego de manos y brazos reviste una especial importancia.
En una fase menos primitiva, la danza con trolada por la voluntad, pierde una parte de su violencia; mientras se ejecutan pasos cortos y arrastrados. alternados con pasos martillados sobre el suelo. las contracciones convulsivas de los músculos. conscientemente limitadas. se ex tienden progresivamente ¡ las diferentes partes del cuerpo. hasta que lo recorren todo. en una especie de vasta ondulación. Cuando los movimientos llegan a ser frenéticos y parece que el danzador haya perdido el sentido de la pro pia personalidad y se haya liberado del peso del, cuerpo. es cuando ha alcanzado el estado de exaltación mística en el cual le es posible comunicar con la divinidad para pedirle que satisfaga sus propios deseos. No es fácil en contrar hoy en este género de danza. el origen mágico. sacro o místico. si no es en las tribus africanas menos civilizadas. No obstante. algo del antiguo éxtasis se revela todavía en las de formaciones que inspiraron las danzas cubanas o negroamericanas. aunque ciertamente no ten gan nada de común con el éxtasis sagrado. Lo que. por el contrario. ha subsistido. y más bien se ha perfeccionado y complicado al contacto con la música europea, es el sentido finísimo del ritmo. ya sumamente desarrollado en todos los pueblos primitivos.
El análisis de las milenarias danzas instintivas. que sobreviven en el corazón de Africa ha ayudado a tender un puente entre la historia y la prehistoria ya arrojar luz. al mismo tiempo. sobre ciertos aspectos de la moderna danza americana de Harlem importada del continente negro en la época de la esclavitud. tan sustancial por la influencia que ha ejercido sobre todas las danzas mundiales de hoy.